El encanto mesoamericano.

Área mesoamericana.

Mesoamérica etimológicamente indica intermedio, en medio de América.Pero cuando pienso esa palabra en mi mente se representa una región enorme, dinámica; un área de gran riqueza cultural, cargada de simbolismo y dualidad; un espacio cautivador por sus paisajes y expresión artística. 

Bautizada como tal por un antropólogo alemán en el pasado siglo, comprende geográficamente lo que hoy conocemos como: Belice, Guatemala, El Salvador, sur de México, oeste de Nicaragua, Honduras y Costa Rica.
Las características que entrelazan el mosaico de pueblos mesoamericanos se pueden palpar en los centros ceremoniales, la escritura glífica y la astronomía. Nada estaba puesto accidentalmente.
La traza urbana se organizaba en torno a los mencionados centros ceremoniales: avenidas, templos y pirámides; palacios para alojar autoridades religiosas; plazas y plataformas destinadas a rituales y ceremonias.
Una constante en la arquitectura mesoamericana es la capacidad para diseñar espacios abiertos con determinados ejes y en combinación con los edificios.
El espacio sagrado, reservado a los dioses, marcado por lo monumental, denota la intensa religiosidad.
Lo que estaba afuera, el espacio profano, estaba marcado por límites visuales como alfardas, murallas y puertas con ornamentación simbólica.
Mesoamérica es el espacio donde habitaron los Olmecas, Teotihuacanes, Mayas, Toltecas, Aztecas y tantas otras culturas prehispánicas, algunas de ellas apenas han comenzado a investigarse a partir de recientes excavaciones.
Pantanos, sierras, volcanes, llanuras y mar encierran historias de pueblos de sacerdotes y guerreros dominando; astrónomos y matemáticos diseñando calendarios; de artesanos cincelando piedras, utilizando el policromatismo, tallando altares y cabezas colosales; de sacrificios humanos y cultos a ciertas divinidades como el jaguar o la serpiente emplumada; de agricultores dedicados al cultivo del maíz.  
Voy a adentrarme despacito, con admiración y respeto, en un área definida por la cultura y dejaré encantarme por alguna historia de chamanes y juegos de pelota.